En Valdebebas se respira ánimo de venganza. Ayer, el vestuario amaneció empapelado de fotografías y recortes de prensa con las declaraciones llegadas en las últimas semanas desde Barcelona. En cada rincón del vestuario merengue era fácil encontrar ayer instantáneas que hieren el orgullo de los jugadores blancos. Un plan diseñado a medida por Mourinho. La foto más repetida: la manita de Piqué. Pero también había de Guardiola. Otra muy fotocopiada es la celebración de uno de los goles del encuentro de ida (5-0), en la que se aprecia en primer plano a Villa y Messi festejando.
Mourinho trata de motivar a sus jugadores y cree que esta es la mejor manera para tocarles la fibra. Y no sólo con fotografías. También dos frases: la famosa porra de Rosell para la final de Copa del miércoles "Pongo un 5-0, para no perder la costumbre", dijo el presidente culé y el desliz de Guardiola en la previa de los cuartos de Liga de Campeones "Si ganamos al Shakhtar, estamos en la final". Todo lo que puede interpretarse como salidas de tono azulgrana ha tenido eco en el santuario blanco.
El cuerpo técnico y la plantilla quieren resarcirse de las últimas tundas azulgrana y por ello se han conjurado para hablar en el campo. Además, los jugadores creen que el de esta noche, primero de los cuatro clásicos, "es clave para cambiar la dinámica" de los últimos años, y recobrar la confianza. El "¡A por ellos!" que Xabi Alonso soltó en Londres tras ganar al Tottenham (0-1) se ha convertido en el grito de guerra del vestuario, escuchado ayer antes y después de la charla de Mou. "
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